lunes, 3 de junio de 2013
El Grunge
Tenía 11 años o menos cuando conocí a la amiga de mi hermana, la Romina, era una chica Daria cualquiera. No recuerdo haberla visto socializar con otras personas que no fuéramos nosotras, no era de esas chicas que saliera a jugar y compartiera con todo el vecindario, le gustaba mucho los animales, tenía siempre perros y les hablaba, yo nunca fui tan intima con las mascotas, eso me sorprendía, tenía una voz particular, suave, quizás por su timidez. Me gustaba como pronunciaba el apodo de mi hermana “Yiyi”, me encantaba colarme cuando mi hermana iba a su casa y nos quedábamos un rato en su pieza, tenía una pantalla de lámpara adornada con mini ositos de peluches pequeños, nos regalo uno a cada una.
La Romina escuchaba música Grunge, se vestía algo raro, de apoco mi hermana fue escuchando la misma música. En mi casa cuando mi hermana colocaba Nirvana a mi no me gustaba, no entendía lo que decía, para mí era mucho ruido, de apoco las cosas cambiaron, me comenzó a encantar Nirvana, desde ese tiempo que me gusta el Grunge, ya hace mas de 10 años.
A la Romina la volví a ver sólo dos veces más después que se cambio de casa, mi hermana la seguía viendo hasta el año pasado, se volvió una rubia Skin Head, conoció a otro chico cabeza rapada y comenzaron un noviazgo que duró 9 años, justo un día antes del cumple años Nº 26 de mi hermana (29 de mayo 2013), la Romina entró a una posta de Santiago muerta. A la Romi (como le decía mi hermana), LA MATÓ EL NOVIO Y EL MALDITO PATRIARCADO, con golpes en todo su cuerpo, ella sin gritar agonizaba hasta la muerte con contusiones múltiples.
Gritar por Justicia es poco, a la Romi le quitaron la vida, su dignidad, su voz y su fortaleza de mujer.
NO MÁS ROMINAS, NO MAS FEMICIDIOS!
POR MI SOBRINA, POR MI HIJA, POR MI NIETA, POR TI AMIGA, POR TODAS!!
NO MAS FEMICIDIOS!
Tobi Vail.-
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Debemos luchar para que las leyes de este país cambien, nos protejan a las mujeres y tomen en cuenta las denuncias hechas por los familiares, amigos o vecinos de las victimas de maltrato físico y/o psicológico, en el caso de Romina, nadie los escucho. Son pocas las mujeres que se enfrentar a su pareja maltratadora y sacan la voz para defenderse. DEBEMOS ALZAR LA VOZ POR ESAS MUJERES QUE POR MIEDO A LAS AMENAZAS GUARDAN SILENCIO.
ResponderEliminarNO MAS ROMINAS MUERTAS EN MANOS DE ESTAS BESTIAS...
La Romi se convirtió en bandera, como tantas otras compañeras flamearan por siempre esperando justicia.
ResponderEliminarYo también conocí a la Romi, fue mi compañera del Liceo. Mis recuerdos hacía ella son muy similares a los tuyos, su voz suave , su pinta tan extrema muchas veces, pero detrás de esa aparente rudeza, se encontraba una defensora y amante de los animales.
ResponderEliminarSigo sin comprender su muerte o más que eso , como fue capaz de soportar tanta mierda de parte de ese imbécil.
En nombre de Romina y todas las que callan, la lucha continua contra este sistema androcentrista , con leyes inconsecuentes que no dan cuenta de la realidad chilena.
Justicia para Romi...