sábado, 8 de junio de 2013

Mi Propio diario; La Mujer Rota, de Simone.


(1)

Releyó sus diarios, se dio cuenta de los errores que cometió, de cómo ella misma deseó y formo todo para que esa separación llegara, sus rabias sus decepciones, sus lamentos, de cómo la desesperaba Maurice cuando el le rogaba un poco de tiempo, “sólo cinco minutos, nada más”, con lagrimas en sus ojos. 
Bajo el estado de obsesión por el que pasaba jamás le tomo el peso a esas palabras, era el , la persona que podría haber hecho cualquier cosa por ella, era la única persona que estaba enamorado de ella la que le imploraba sólo cinco minutos de su tiempo, pero no lo vio, no pudo salir de su ceguera y ahora lo perdió.

Ahora Maurice solo le pide y le ruega que se aleje de el y ella con su pena y sus lamentos le hace caso, ya van mas de dos semanas que no se comunican, ella cuenta los días como si fuera un nuevo logro. Se imagina que puede estar haciendo Maurice, con Noéllie quizás ¿o será otra?, quizás nunca dirá las mismas palabras que ella escucho de la boca de Maurice, quizás el diga mejores palabras a sus nuevos amores.

El dolor, ese dolor punzante, que sólo el tiempo lo cura, días, meses son pocos, se necesitan años para poder dejar atrás el dolor. Ese dolor es el que ahora la rodea, el dolor de la culpa, de haber cometido tantos errores.

No logra sacarse de la cabeza momentos con Maurice, escenas fugaces se vienen a su mente, momentos de alegrías, de penas, ¿Por qué nunca le demostré que lo amaba?, ¿Por qué nunca lo bese solo por que si?, solo por que lo sentía, por ella si estaba enamorada, eran como esas parejas donde la simbiosis se hace presente el mismo día en que se juraban amor.

Quizás si solo le hubiese demostrado cuanto lo quería y si hubiese sido tan sincera con el como los primeros días, todo sería diferente, por que ahora sólo le queda esto, sus diarios, sus lamentos y sus llantos, releerlos y seguir lamentándose.




Tobi Vail.-

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